El 11 de mayo tuvo lugar el primer Parlamento Urbano ‘Novo Sendeiro’ para debatir sobre quién toma las decisiones a la hora de hacer ciudad y qué realidades legales hay detrás. Las Sesiones Parlamentarias son encuentros en formato abierto y crítico para vecinos/as, asociaciones locales, expertos en urbanismo, propietarios, arquitectos y demás agentes que intervienen en el desarrollo del Plan Especial de Labañou.
El espacio de debate que se ha construido en la Oficina de Participación está diseñado para airear los disensos y compartir las distintas posiciones sobre la propuesta de ordenación entre agentes que tienen distintas opiniones. Allí se expusieron las preocupaciones y dudas sobre la transformación del barrio en particular y de la ciudad de A Coruña en general.
Por ámbitos de debate, en cuanto a la transformación de la ciudad se planteó la necesidad de reformular los procesos de toma de decisiones en los desarrollos urbanísticos, se debatió sobre las implicaciones económicas o legales de cambiar el PXOM (incluido el Plan Especial Labañou M18) y actualizar las procedimientos y políticas de planificación urbana a las demandas de un urbanismo del s. XXI. Además, sobre la propuesta de ordenación para Labañou, se expusieron dudas sobre el estado actual del proyecto, las alturas y tipologías de las edificaciones, y sus implicaciones en cuanto a soleamiento, las futuras cimentaciones y proximidad al grupo de viviendas de María Pita. Con ello, se detectó la necesidad de distribuir información de todos esos aspectos del proyecto de forma más ágil y comprensible, para poder contribuir al proceso participativo con un adecuado nivel de conocimiento sobre el trabajo que se ha desarrollado hasta ahora por el equipo redactor y distintas administraciones que lo han tutelado. Se incidió en la necesidad de incorporar la biodiversidad existente en el futuro proyecto y estrategias medioambientales ambiciosas para una gestión innovadora de recursos (por ejemplo la posibilidad de constituir comunidades energéticas en Labañou y analizar su impacto económico). Por último, en relación al proceso participativo hubo consenso en torno a la necesidad de que el Concello formará parte activa del mismo y continuar haciendo partícipes a más agentes para avanzar en inclusión y representatividad de las contribuciones ciudadanas.
